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Las diversas reformas a las legislaciones mineras en Latinoamérica comenzaron a principios de los años setenta y estuvieron lideradas por Perú, Brasil y Chile. Veinte años después, se unieron México, Bolivia, Ecuador, Guatemala y Cuba. Aunque Colombia llegó tarde a la renovación legislativa, se contagió de la necesidad de hacerse atractiva a los inversores y aprobó, según los expertos, una de las leyes mineras más flexibles del continente.

 

Para                  experto en derecho minero-energético, esa urgencia por modificar la normatividad minera es fruto de la aparición del Consenso de Washington. Vale recordar, que en ese momento la mayoría de países de América Latina estaban prácticamente quebrados por la deuda externa, razón por la cual, el Banco Mundial les propuso refinanciar su deuda si hacían unos ajustes estructurales en sus economías. Uno de ellos tenía que ver con reformar sus códigos mineros siguiendo los patrones fijados por el Consenso de Washington, con lo cual desaparecía el Estado empresario al mismo tiempo que asumía el rol de regulador y fiscalizador. Palabras más, esto implicaba dejar todo en manos del sector privado y poner los recursos naturales a disposición del mercado.

 

Samper y Pastrana coincidieron en la necesidad de reformar el Código de Minas de 1988 para que el sector armonizara con la Constitución de 1991. Sin embargo, sus proyectos no tuvieron éxito porque exageraron en blindar la minería. Fue hasta agosto de 2001 que se aprobó la Ley 685, más conocida como el Código de Minas. 

 

 

"El principio de todos los males está en el Código Minero. El Código Minero es el lío. Es una concepción donde lo ambiental no está".

Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Ambiente (1993).

Foto: La Vanguardia.

Según Pardo, su elaboración se caracterizó principalmente por dos hechos. En primer lugar, que al Ministerio de Minas no lo tuvieron en cuenta para hacer esa reforma, ya que nunca le mandaron un borrador al área jurídica para que diera su concepto. Únicamente la llamaron el día de la sanción presidencial.

 

En segundo lugar, que a través del       (Canadian Energy Research Institute) los canadienses influyeron con asesorías y recursos en la orientación política minera para "liberalizar, sin ninguna traba ni restricción, el acceso de capital extranjero a los recursos mineros del país" 

 

Fruto de la asesoría, el CERI obtuvo importante información geológica, que aprovecharon las compañías canadienses para incrementar su presencia en el país. Hasta el punto que, según datos del Ministerio de Minas, actualmente el 43.41% de las empresas mineras en Colombia son de Canadá.

 

"El área jurídica del Ministerio, que era la que tenía que estar ahí metida la llamaron el día que fue la sanción presidencial"

El Código de Minas de 2001

Álvaro Pardo, especialista en derecho minero-energético. Fuente: http://justiciatributaria.co

 

Empresas mineras en Colombia a junio de 2012. Fuente: http://encuentromegaproyectosymineria.blogspot.com

Empresas mineras en Colombia

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